Los 50 años de Anagrama

La editorial Anagrama cumplió 50 años de ofrecer la más variada producción literaria y de no ficción de las más reconocidas plumas de todo el mundo. En este aniversario presentan 'Un día en la vida de un editor' de Jorge Herralde y 'Senior service' de Carlo Feltrinelli.

En el mundo editorial existen élites, como en todos los negocios, y una de ellas es la editorial Anagrama, que el año pasado cumplió 50 años. Su representante en Panamá, Océano, lo quiso celebrar con un cóctel esta semana, pero la emergencia surgida por las detecciones de casos del virus conocido como Covid-19 en Panamá lo obligaron a suspenderlo. Es preciso hacer un recorrido por el medio siglo de tan prestigiosa editorial para conocer su impecable trayectoria, al ofrecernos tan esmerados libros.

Fundada en abril de 1969 por Jorge Herralde, en sus inicios se dedicó mayormente a la publicación de ensayos y textos políticos en el ámbito de la izquierda heterodoxa. Eso le acarreó muchos problemas con la dictadura franquista y tuvo que enfrentar procesos y hasta secuestros de ediciones completas. Publicaba tres colecciones: argumentos, documentos y cuadernos a las que acompañaba la cinemateca Anagrama, biblioteca de Antropología, Ibérica, Debates y elementos críticos. La literatura se incluyó en la colección serie informal.

En 1977 se crea Contraseñas, que le dio cabida a la literatura marginal, forajida, off beat, que tuvo una gran repercusión entre los lectores. Pasó luego a una extensión de temas de la vida cotidiana, con énfasis en el feminismo. Enfrentó una crisis económica a finales de los años 70 en virtud del desencanto y desinterés por el ensayo, especialmente el político.

En los años 80 se crearon dos colecciones importantes, Panorama de narrativas, dedicada a los textos traducidos, y Narrativas hispánicas que, con el premio Herralde de Novela, que fue concedido por vez primera en 1983, reforzó la nueva narrativa española. La recuperación económica se logró a partir de la publicación de las novelas de Patricia Highsmith y la súper famosa La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. A fines de esa década se lanzó la colección Crónicas, dedicada a grandes reportajes y trabajos periodísticos y de publicaciones de bolsillo que recogía la mejor literatura contemporánea y que fue muy bien acogida en España.

“La gran consolidación del sello Anagrama llegó en la década de 2000 a 2010 al verse reforzada por sus ediciones en América Latina, especialmente en Argentina, México, Colombia, Chile, Uruguay, Venezuela y Perú”.

La siguiente década, la de 1990, la consolidó económicamente a través de siete colecciones adicionales, tanto de literatura como de no ficción y definitivamente las ediciones de bolsillo se volvieron muy populares tanto en España como en América Latina, donde empezó a dejar una impronta que hasta hoy se siente. Allí se publicaron los mejores títulos del fondo editorial. Cien títulos al año se alcanzaron en esa década, 70% de ficción y 30% de no ficción.

La gran consolidación del sello Anagrama llegó en la década de 2000 a 2010 al verse reforzada por sus ediciones en América Latina, especialmente en Argentina, México, Colombia, Chile, Uruguay, Venezuela y Perú. Esa consolidación vino de la mano de la publicación de autores latinoamericanos que se publican en su país y en España, además de la compilación de ediciones latinoamericanas de los autores más relevantes de la editorial.

Anagrama no escapó a la irrupción de las nuevas tecnologías y los cambios de hábitos que de ellas se derivan, pero las novedades mantuvieron su salud en las ventas. Se crearon nuevas colecciones y se dio inicio a una en catalán. Los premios establecidos, el Herralde de Novela, con 36 convocatorias y el de Ensayo con 47 se han mantenido, y en 2016 se creó uno en catalán.

En 2017 se consumó la venta de Anagrama a la familia Feltrinelli, hasta el momento socia minoritaria, y el que fuera su editor estrella, Jorge Herralde, recomendó a Silvia Sesé como nueva directora editorial. Se lanzó entonces el premio Anagrama de Crónica, cuya primera versión se premió en la pasada Feria del Libro de Guadalajara en diciembre de 2019.

Los autores emblemáticos

Grandes nombres y títulos adornan esta editorial, tales como el chileno Roberto Bolaño, el argentino Ricardo Piglia, el mexicano Sergio Pitol, los ingleses Ian McEwan, Julián Barnes, los japoneses Kenzaburo Oé y Kazuo Ishiguro (premios Nobel 1994 y 2017, respectivamente), los franceses Emmanuel Carrere, Patrick Modiano (premio Nobel 2014) y Michel Houellebecq, y los italianos Claudio Magris, Antonio Tabucci y Alessandro Baricco. En lengua castellana hay nombres importantes como los españoles Marta Sanz, Milena Busquets, los mexicanos Álvaro Enrigue, Guadalupe Nettel y Juan Villoro, la argentina Leila Guerriero y el chileno Alejandro Zambra.

También han estado en su catálogo el colombiano Gabriel García Márquez, el hondureño Augusto Monterroso, el famoso periodista polaco Ryszard Kapuscinski, los estadounidenses Paul Auster, Tom Wolfe, Truman Capote y Harold Bloom, los españoles Juan Goytisolo y su hermano Luis, el peruano Alfredo Bryce Echenique, el español Enrique Vila Matas, el ruso Vladimir Nabokov, el alemán Charles Bukoswki, el cubano Pedro Juan Gutiérrez, entre muchos otros.

Jorge Herralde

El fundador de Anagrama es de origen catalán, a quien la frase “la lectura, ese vicio impune” propició su vocación de editor. Estaba en medio de las iniciativas de José Janés y Carlos Barral, las máximas figuras de la industria editorial española en los años 40, 50, y 60. Había otras, no españolas que se perfilaban ejemplares, como Losada, en Argentina, Sudamericana en Colombia y Siglo XXI en México. Francia se lucía con Gallimard y en Italia Feltrinelli, que conjugaban el compromiso político con un abanico muy amplio de intereses culturales. Tras tres intentos fallidos desde 1967, Anagrama empezó en 1969.

Por las circunstancias políticas que prevalecían durante su nacimiento, hubo mucho forcejeo con la censura del franquismo. Eso creaba, al mismo tiempo, no solo lagunas sino océanos que llenar con títulos que interesarán al lector, por lo que Herralde, con una gran visión, ofreció una plataforma de radicalidades y vanguardismos, de caja de resonancia de muchas de las ilusiones y no pocos delirios de la época. Incorporó textos de Trotski, Rosa Luxemburgo, Mao, Bakunin, Lenin y el Che. También tuvieron su espacio temas sobre estructuralismo, freudomarxismo, testimonios de la contracultura norteamericana, píldoras surrealistas de humor negro o mordaces observaciones de Marcel Duchamp.

Para festejar los 50 años de Anagrama, se publicó un libro imprescindible, Un día en la vida de un editor que recoge textos de Jorge Herralde de origen diverso que componen un recorrido completo del sector editorial y la evolución y las entrañas de Anagrama.

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