En esencia, la aportación de sir Ken Robinson es una carta
de amor al potencial de la humanidad, un canto a lo que
como especie podemos lograr si somos capaces de crear las
condiciones adecuadas. Es también una llamada para
revolucionar nuestros sistemas educativos, cambiar la
manera de gestionar nuestras empresas y de estructurar
nuestro sistema social, a fin de que seamos capaces de
liberar todo el potencial de cada persona. Sir Ken solía
afirmar que lo que nos separaba del resto de los seres vivos
era nuestra imaginación, nuestra capacidad para crear cosas
en nuestras mentes que no existen en nuestros sentidos. La
imaginación nos permite crear el mundo en el que
habitamos en lugar de limitarnos a vivir en él. Y también nos
otorga el poder para recrearlo
En esencia, la aportación de sir Ken Robinson es una carta
de amor al potencial de la humanidad, un canto a lo que
como especie podemos lograr si somos capaces de crear las
condiciones adecuadas. Es también una llamada para
revolucionar nuestros sistemas educativos, cambiar la
manera de gestionar nuestras empresas y de estructurar
nuestro sistema social, a fin de que seamos capaces de
liberar todo el potencial de cada persona. Sir Ken solía
afirmar que lo que nos separaba del resto de los seres vivos
era nuestra imaginación, nuestra capacidad para crear cosas
en nuestras mentes que no existen en nuestros sentidos. La
imaginación nos permite crear el mundo en el que
habitamos en lugar de limitarnos a vivir en él. Y también nos
otorga el poder para recrearlo