Hasta estos momentos, ningún otro autor en el mundo se ha atrevido con el faraónico proyecto de descubrir -paso a paso y con un rigor histórico-científico más propio de una tesis doctoral que de una novela- la vida de Jesús. Caballo de Troya 4 abarca los llamados «años ocultos» del Maestro. No existe, hasta hoy, obra alguna que dibuje la aldea de Nazaret y su gente como el presente documentos. En una sucesión de peripecias -más cercanas al cine que a la literatura-, el mayor de la USAF que investiga la encarnación de Jesús en la Tierra reconstruye una de las más oscuras y fascinantes etapas del que fue carpintero, jefe de un almacén de aprovisionamiento de caravanas, maestro forjador e impenitente viajero. Todo un periodo -de los catorce a los veintiséis años- decisivo para comprender en su justa medida la experiencia humana del Hijo de Dios. Un trascendental capítulo, ignorado por los evangelistas, que no le dejará indiferente. Y una recomendación: por su propio bien, haga un esfuerzo y sea fiel al hilo de la narración. Por nada del mundo se adelante a leer el final.
Hasta estos momentos, ningún otro autor en el mundo se ha atrevido con el faraónico proyecto de descubrir -paso a paso y con un rigor histórico-científico más propio de una tesis doctoral que de una novela- la vida de Jesús. Caballo de Troya 4 abarca los llamados «años ocultos» del Maestro. No existe, hasta hoy, obra alguna que dibuje la aldea de Nazaret y su gente como el presente documentos. En una sucesión de peripecias -más cercanas al cine que a la literatura-, el mayor de la USAF que investiga la encarnación de Jesús en la Tierra reconstruye una de las más oscuras y fascinantes etapas del que fue carpintero, jefe de un almacén de aprovisionamiento de caravanas, maestro forjador e impenitente viajero. Todo un periodo -de los catorce a los veintiséis años- decisivo para comprender en su justa medida la experiencia humana del Hijo de Dios. Un trascendental capítulo, ignorado por los evangelistas, que no le dejará indiferente. Y una recomendación: por su propio bien, haga un esfuerzo y sea fiel al hilo de la narración. Por nada del mundo se adelante a leer el final.