Descripción
Imagínate que estás teniendo una importante reunión de negocios en la que parece que todo está encarrilado. Tu no te has dado cuenta, pero determinados gestos en tu interlocutor delatan que su amabilidad no es más que una forma elegante de dar a entender que no va a haber acuerdo. Por otro lado, piensa que tienes una propuesta más que convincente que ofrecer, pero por muy atractivas que sean tus intenciones, algunos de tus gestos hacen desconfiar a tus socios.