Recibimos de nuestros antepasados mucho más que una herencia material. Sin ser conscientes de ello, somos beneficiarios o víctimas de un legado psicogeneracional, con sus aspectos positivos y negativos, que marcará nuestras vidas. No sólo cargaremos con muchos de sus errores, en ocasiones también los repetiremos.
Recibimos de nuestros antepasados mucho más que una herencia material. Sin ser conscientes de ello, somos beneficiarios o víctimas de un legado psicogeneracional, con sus aspectos positivos y negativos, que marcará nuestras vidas. No sólo cargaremos con muchos de sus errores, en ocasiones también los repetiremos.