Las cartas son el testimonio de un escritor lúcido y precoz como pocos.
¿Por qué los muertos siguen publicando? Las explicaciones no son tan simples y no siempre hay que encontrarlas en el oportunismo editorial. Los ejemplos abundan en la misma cantidad con que se multiplican ciertos escritores difuntos, convertidos en aquello que se ha dado a llamar “escritores de culto”. Y el misterio de sus publicaciones póstumas terminará formando parte de su acervo literario. Al interior del acertijo de las obras póstumas se encuentra el desafío de la publicación de su correspondencia. ¿Las cartas forman parte de su obra o es preferible destruirlas antes que dejar pistas para la posteridad de los secretos develados a sus destinatarios? En este segundo volumen de la correspondencia de Andrés Caicedo los lectores descubrirán los años finales de un escritor que intentó, por todos los medios, entablar un diálogo desde la lucidez, pero también desde la soledad y la desesperación que terminó por llevarlo al suicidio en marzo de 1977.
Las cartas son el testimonio de un escritor lúcido y precoz como pocos.
¿Por qué los muertos siguen publicando? Las explicaciones no son tan simples y no siempre hay que encontrarlas en el oportunismo editorial. Los ejemplos abundan en la misma cantidad con que se multiplican ciertos escritores difuntos, convertidos en aquello que se ha dado a llamar “escritores de culto”. Y el misterio de sus publicaciones póstumas terminará formando parte de su acervo literario. Al interior del acertijo de las obras póstumas se encuentra el desafío de la publicación de su correspondencia. ¿Las cartas forman parte de su obra o es preferible destruirlas antes que dejar pistas para la posteridad de los secretos develados a sus destinatarios? En este segundo volumen de la correspondencia de Andrés Caicedo los lectores descubrirán los años finales de un escritor que intentó, por todos los medios, entablar un diálogo desde la lucidez, pero también desde la soledad y la desesperación que terminó por llevarlo al suicidio en marzo de 1977.