El autor llegó a moscú en 2006 con la idea de fundar un periódico, Moj Rajon, que con el tiempo se destacó por sus críticas a la gestión de Vladimir Putín. En Noruega, Mohr vio un adormecimiento en esa línea editorial, principalmente por la intromisión del gobierno en los medios. La sorpresa más grande la tuvo cuando regresó a Rusia, diez años después, y se reencontró con unos rusos, incluyendo sus antiguos colegas, satisfechos por tener en el poder a alguien como Putin.
El autor llegó a moscú en 2006 con la idea de fundar un periódico, Moj Rajon, que con el tiempo se destacó por sus críticas a la gestión de Vladimir Putín. En Noruega, Mohr vio un adormecimiento en esa línea editorial, principalmente por la intromisión del gobierno en los medios. La sorpresa más grande la tuvo cuando regresó a Rusia, diez años después, y se reencontró con unos rusos, incluyendo sus antiguos colegas, satisfechos por tener en el poder a alguien como Putin.