«Todos tenemos una máscara sobre el rostro, Liv. La diferencia está en que yo no la escondo. Cada uno de mis defectos los agito con orgullo.
Por eso estás dispuesta a caer en mis garras».
Olivia Lennox está comprometida a un hombre que no le puede ser más indiferente. Pero debe cumplir su palabra y proteger a su familia, y está dispuesta a todo por seguir las órdenes de su hermano. Al menos, hasta que Jude Birdwhistle aparece en escena.
Golpeado, con una sonrisa de canalla indomable y sin filtro alguno a la hora de hablar, hará que su corazón se agite y se replantee si solo está inmersa en un sueño del que necesita despertar cuanto antes.
Jude es impredecible. Un mentiroso redomado. Escondido detrás de una máscara, se encarga de hacer todo aquello que nadie le permitiría a un lord con una reputación intachable. Lo único que lamenta es no ser capaz de resistir la tentación cuando ve a Liv. Por eso hará cualquier cosa para llevársela de ese mundo de lujos al que sabe que no pertenece, sin importarle en absoluto todo lo que está en juego.
«Todos tenemos una máscara sobre el rostro, Liv. La diferencia está en que yo no la escondo. Cada uno de mis defectos los agito con orgullo.
Por eso estás dispuesta a caer en mis garras».
Olivia Lennox está comprometida a un hombre que no le puede ser más indiferente. Pero debe cumplir su palabra y proteger a su familia, y está dispuesta a todo por seguir las órdenes de su hermano. Al menos, hasta que Jude Birdwhistle aparece en escena.
Golpeado, con una sonrisa de canalla indomable y sin filtro alguno a la hora de hablar, hará que su corazón se agite y se replantee si solo está inmersa en un sueño del que necesita despertar cuanto antes.
Jude es impredecible. Un mentiroso redomado. Escondido detrás de una máscara, se encarga de hacer todo aquello que nadie le permitiría a un lord con una reputación intachable. Lo único que lamenta es no ser capaz de resistir la tentación cuando ve a Liv. Por eso hará cualquier cosa para llevársela de ese mundo de lujos al que sabe que no pertenece, sin importarle en absoluto todo lo que está en juego.