¿El amor es siempre perfecto, bello, paseable? ¿No podemos considerar, por lo tanto, genuinos a los amores prohibidos, a los amores-estigma, o a los amores que concebimos y nos constituyen desde nuestras vergüenzas y miserias? Por no mencionar a los otros amores, aquellos que ni siquiera la muerte ha podido erradicar de nuestro corazón. De todo eso, de esos territorios sólo transitables desde el oxímoron y la paradoja, hablan estos bosquejos de sueños. Y por extensión, todo lo que escribo, o si se prefiere, todo aquello que se escribe a través mío.
El autor