Con la romántica historia de amor de una chica tímida llena de inseguridades y un hombre que hará todo lo que le permite la ley para que ella se vea como la ve él, Ana E. Guevara cierra la trilogía Amour en Lyon.
Emilie es inteligente, divertida y generosa, pero casi nadie conoce esas facetas de ella pues le da miedo mostrarlas. Piensa que todo el mundo la va a juzgar por su peso y se siente pequeña cuando está rodeada de gente. Enamorarse es algo que ni siquiera se plantea, pues piensa que nadie podrá ver más allá de su aspecto externo.
Thomas siempre se ha tomado muy a pecho su labor para cuidar y proteger a los más desvalidos, por algo trabaja como policía municipal en Lyon, pero hay un edificio en Croix Rousse al que tiene que acudir con frecuencia pues un vecino reclama su presencia constantemente. Allí conocerá a Emilie, una mujer que lo deja sin aliento. Literalmente.
Tal vez sea el destino, tal vez sea que de vez en cuando hay que tener suerte en la vida, tal vez sea la casualidad estadística, pero en ocasiones, dos almas se juntan en las circunstancias más disparatadas para quedarse juntas para siempre.
Con la romántica historia de amor de una chica tímida llena de inseguridades y un hombre que hará todo lo que le permite la ley para que ella se vea como la ve él, Ana E. Guevara cierra la trilogía Amour en Lyon.
Emilie es inteligente, divertida y generosa, pero casi nadie conoce esas facetas de ella pues le da miedo mostrarlas. Piensa que todo el mundo la va a juzgar por su peso y se siente pequeña cuando está rodeada de gente. Enamorarse es algo que ni siquiera se plantea, pues piensa que nadie podrá ver más allá de su aspecto externo.
Thomas siempre se ha tomado muy a pecho su labor para cuidar y proteger a los más desvalidos, por algo trabaja como policía municipal en Lyon, pero hay un edificio en Croix Rousse al que tiene que acudir con frecuencia pues un vecino reclama su presencia constantemente. Allí conocerá a Emilie, una mujer que lo deja sin aliento. Literalmente.
Tal vez sea el destino, tal vez sea que de vez en cuando hay que tener suerte en la vida, tal vez sea la casualidad estadística, pero en ocasiones, dos almas se juntan en las circunstancias más disparatadas para quedarse juntas para siempre.