Querido lector, entre tus manos tienes un libro que reúne 18 cuentos que van de lo fantástico a lo maravilloso, que desnudan los disímiles intereses del autor, en el despliegue de lo mapuche, lo deslenguado del realismo sucio, visiones de futuros distópicos y una mirada descarnada de cómo sería un apocalipsis Z. la manifestación de poder es clara en las heridas que se nos presentan, porque los personajes no temen expresarse en forma honesta, sin medir el alcance ni las consecuencias de sus reflexiones, moviéndose como voces en una casa de espejos. Esta resonancia nos obliga a volcar la mirada sobre nuestros propios miedos. Estamos frente a un libro naturalista, que a través del entorno nos explica la conducta humana, que más allá de su forma fantástica nos presenta un formidable abanico de personajes verídicos y no solo la clase media. En el fondo, es una literatura de conquista, el esplendor de lo visual puesto en función de lo que necesitamos más que nunca: una dosis de realidad. Matar a la Quimera.
Querido lector, entre tus manos tienes un libro que reúne 18 cuentos que van de lo fantástico a lo maravilloso, que desnudan los disímiles intereses del autor, en el despliegue de lo mapuche, lo deslenguado del realismo sucio, visiones de futuros distópicos y una mirada descarnada de cómo sería un apocalipsis Z. la manifestación de poder es clara en las heridas que se nos presentan, porque los personajes no temen expresarse en forma honesta, sin medir el alcance ni las consecuencias de sus reflexiones, moviéndose como voces en una casa de espejos. Esta resonancia nos obliga a volcar la mirada sobre nuestros propios miedos. Estamos frente a un libro naturalista, que a través del entorno nos explica la conducta humana, que más allá de su forma fantástica nos presenta un formidable abanico de personajes verídicos y no solo la clase media. En el fondo, es una literatura de conquista, el esplendor de lo visual puesto en función de lo que necesitamos más que nunca: una dosis de realidad. Matar a la Quimera.