Descripción
Ha muerto la esposa de un hombre que nunca tuvo motivos para dudar de su fidelidad pero terminará descubriendo que vivió amores y pasiones con un gran amigo de ambos.
El fantasma de su esposa ronda por el edificio, el departamento, las calles donde transcurrió su vida, y un chino que más bien resulta ser coreano le facilita el acceso al mundo del espíritu a través de una terapia sui géneris que incluye opio. La terapia abre una puerta por donde se cuelan almas que añoran la sensación de tener cuerpo, y en especial la de hacer el amor; vivos y muertos interactúan, tratan de entender por qué ha ocurrido algo tan extraño y descubren que en el pequeño mundo de su vecindario se daban y se dan frecuentes intercambios de fluidos corporales (cogidas, folleteo), supuestamente clandestinos pero en realidad bastante obvios, y que pocas cosas en las relaciones humanas son lo que parecen.