Todas las claves para disfrutar de la mejor literatura
La creación de un espacio subjetivo, que trasciende el plano geográfico para instalarse en el del símbolo, es una de las conquistas de la novela moderna. Víctor García de la Concha explora en este estudioel espacio simbólico en cinco novelas magistrales del siglo XX: La casa verde, de Mario Vargas Llosa; Cien añosde soledad, de Gabriel García Márquez; Madera de boj, de Camilo José Cela; Volverás a Región, de Juan Benet, y Sefarad, de Antonio Muñoz Molina. Cinco novelas en las que la palabra de sus creadores conforma lugares construidos a base de metáforas que adquieren su dimensión definitiva en la imaginación del lector, cuando se mueve por ellos y los interpreta.
En palabras del autor, «lejos de ser un mero recipiente, el espacio se convierte en un molde activo y fecundo de significado. Sustenta y expresa ideas, sensaciones y sentimientos; dialoga intertextualmente con otros espacios de categoría análoga, y, maridado con el tiempo, se eleva por encima de la cronología particular del relato del que forma parte y proyecta al lector al espacio de los universales: de la anécdota a la categoría».
Todas las claves para disfrutar de la mejor literatura
La creación de un espacio subjetivo, que trasciende el plano geográfico para instalarse en el del símbolo, es una de las conquistas de la novela moderna. Víctor García de la Concha explora en este estudioel espacio simbólico en cinco novelas magistrales del siglo XX: La casa verde, de Mario Vargas Llosa; Cien añosde soledad, de Gabriel García Márquez; Madera de boj, de Camilo José Cela; Volverás a Región, de Juan Benet, y Sefarad, de Antonio Muñoz Molina. Cinco novelas en las que la palabra de sus creadores conforma lugares construidos a base de metáforas que adquieren su dimensión definitiva en la imaginación del lector, cuando se mueve por ellos y los interpreta.
En palabras del autor, «lejos de ser un mero recipiente, el espacio se convierte en un molde activo y fecundo de significado. Sustenta y expresa ideas, sensaciones y sentimientos; dialoga intertextualmente con otros espacios de categoría análoga, y, maridado con el tiempo, se eleva por encima de la cronología particular del relato del que forma parte y proyecta al lector al espacio de los universales: de la anécdota a la categoría».