¿Existen límites al consumo? De las transacciones comerciales a la circulación de significado ofrece un importante aporte a la reflexión sobre el lugar del consumo en la sociedad contemporánea, a partir del análisis sobre sus posibilidades y límites, buscando construir una "adecuación".
Presenta la evolución del consumo en la sociedad occidental, con énfasis en comprender la comercialización, los orígenes del capitalismo y las relaciones de las personas con la cultura (in)material, motivadas en gran medida por la publicidad de las marcas, pero que se despliegan en la comprensión de la identidad, la ciudadanía y los afectos. Dedica un capítulo a los rituales de consumo, entendiendo la complejidad de este proceso, que parte de la búsqueda de información, pasando por la compra, el uso, la posesión y el descarte, además de las innumerables posibilidades de resignificación, alargando la vida de los bienes.
El abordaje del consumo como ritual amplía enormemente la comprensión de la sociedad misma, ya que ofrece reflexiones sobre los mecanismos de transferencia de significado del mundo cultural y socialmente constituido a las personas, a través de vectores de signos privilegiados como el sistema de la moda, la ecología publicitaria y la telenovela. Para concluir, el texto se ocupa de los límites del consumo, cuestión que abre la obra, llegando a la comprensión de que existen límites claros al consumo, que son cívicos, morales y afectivos.
¿Existen límites al consumo? De las transacciones comerciales a la circulación de significado ofrece un importante aporte a la reflexión sobre el lugar del consumo en la sociedad contemporánea, a partir del análisis sobre sus posibilidades y límites, buscando construir una "adecuación".
Presenta la evolución del consumo en la sociedad occidental, con énfasis en comprender la comercialización, los orígenes del capitalismo y las relaciones de las personas con la cultura (in)material, motivadas en gran medida por la publicidad de las marcas, pero que se despliegan en la comprensión de la identidad, la ciudadanía y los afectos. Dedica un capítulo a los rituales de consumo, entendiendo la complejidad de este proceso, que parte de la búsqueda de información, pasando por la compra, el uso, la posesión y el descarte, además de las innumerables posibilidades de resignificación, alargando la vida de los bienes.
El abordaje del consumo como ritual amplía enormemente la comprensión de la sociedad misma, ya que ofrece reflexiones sobre los mecanismos de transferencia de significado del mundo cultural y socialmente constituido a las personas, a través de vectores de signos privilegiados como el sistema de la moda, la ecología publicitaria y la telenovela. Para concluir, el texto se ocupa de los límites del consumo, cuestión que abre la obra, llegando a la comprensión de que existen límites claros al consumo, que son cívicos, morales y afectivos.