Description
«...Les quitaron las cadenas de los tobillos y alguien empujó a Esmeralda hacia la hilera que formaban los negros esqueléticos y desahuciados en la proa del barco. Hombres, mujeres y niños cuyos cuerpos parecían ramas secas dobladas por su propio e insoportable peso». Nada de lo que pueda escribir en este párrafo que, quizás, usted esté leyendo con premura, puede darle una idea cabal e íntegra de lo que es esta novela. Podría decirle que Esmeralda es un nombre que va a recordar de manera entrañable y nostálgica, como una siesta de verano de la niñez. Tal vez, podría mencionarle que cuando usted vuelva a usar guantes, en el preciso instante en que la tela se adhiera a sus manos, tibia y acogedora, recordará los incidentes en el arroyo de Leyes. Le aseguro (mire lo que le digo) que, luego de esta lectura, dejará de pensar que los vaivenes de la historia y los viajes temporales solo se hacen a bordo de un Delorean. Porque habrá experimentado la exquisitez de la máquina narrativa de Vicentini. - Luciana Baca Licenciada en literatura, escritora y correctora