Esta obra, que se publica con motivo de la celebración de los 100 años del natalicio de Fernando Eleta Almarán, responde al dese de sus familiares y de la Fundación Eleta de dar a conocer la vida, personalidad y ejecutorías de quien fuera uno de los más preclaros panameños del siglo XX. Difícil resulta encontrar otro ser humano que haya conjugado, en una exquisita armonía, el amor familiar, la dedicación al estudio, la dedicación al estudio, la filantropía y el patriotismo.
El escritor Juan David Morgan no solamente tuvo la oportunidad de conocer y tratar a Fernando Eleta como servidor público, como empresario, como intelectual y como amante de la naturaleza, sino que además mantuvo con él una profunda y prolongada amistad que le permitió un acercamiento más íntimo al personaje.
Para que el lector pueda formarse una mejor imagen de la trayectoria de Fernando Eleta, la obra incluye fotografías que acompañan fiel y cronológicamente el relato de sus noventa años de vida. Para quienes quieran ir más allá de este perfil biográfico, la Fundación Eleta ha creado y puestop a disposición del público un fondo documental que reposa en el Museo del Canal Interocéanico, donde se recogen escritos importantes surgidos a lo largo de la existencia de este ciudadano ilustre, que debe servir de ejemplo para las actuales y futuras generaciones de panameños de cómo trabajar en beneficio de su país sin más interés que el del deber cumplido.
Esta obra, que se publica con motivo de la celebración de los 100 años del natalicio de Fernando Eleta Almarán, responde al dese de sus familiares y de la Fundación Eleta de dar a conocer la vida, personalidad y ejecutorías de quien fuera uno de los más preclaros panameños del siglo XX. Difícil resulta encontrar otro ser humano que haya conjugado, en una exquisita armonía, el amor familiar, la dedicación al estudio, la dedicación al estudio, la filantropía y el patriotismo.
El escritor Juan David Morgan no solamente tuvo la oportunidad de conocer y tratar a Fernando Eleta como servidor público, como empresario, como intelectual y como amante de la naturaleza, sino que además mantuvo con él una profunda y prolongada amistad que le permitió un acercamiento más íntimo al personaje.
Para que el lector pueda formarse una mejor imagen de la trayectoria de Fernando Eleta, la obra incluye fotografías que acompañan fiel y cronológicamente el relato de sus noventa años de vida. Para quienes quieran ir más allá de este perfil biográfico, la Fundación Eleta ha creado y puestop a disposición del público un fondo documental que reposa en el Museo del Canal Interocéanico, donde se recogen escritos importantes surgidos a lo largo de la existencia de este ciudadano ilustre, que debe servir de ejemplo para las actuales y futuras generaciones de panameños de cómo trabajar en beneficio de su país sin más interés que el del deber cumplido.