En marzo de 2014, Gabriel García Márquez, probablemente el escritor más querido en lengua española del siglo XX, ya anciano y enfermo, cayó resfriado. «De esta no salimos», le dijo Mercedes Barcha, su esposa desde hacía más de cincuenta años, a Rodrigo, el hijo de ambos. Estas páginas son la crónica más íntima y honesta de los últimos días de un genio, escrita con la asombrosa precisión y la distancia justa de un testigo de excepción: el propio Rodrigo. Así vemos el lado más humano de un personaje universal y de la mujer en la que se fijó cuando era una niña de nueve años, que le acompañó toda la vida y que apenas le sobrevivió unos años, entreverado de recuerdos de una vida irrepetible. La más hermosa despedida al hijo del telegrafista y su esposa.
En marzo de 2014, Gabriel García Márquez, probablemente el escritor más querido en lengua española del siglo XX, ya anciano y enfermo, cayó resfriado. «De esta no salimos», le dijo Mercedes Barcha, su esposa desde hacía más de cincuenta años, a Rodrigo, el hijo de ambos. Estas páginas son la crónica más íntima y honesta de los últimos días de un genio, escrita con la asombrosa precisión y la distancia justa de un testigo de excepción: el propio Rodrigo. Así vemos el lado más humano de un personaje universal y de la mujer en la que se fijó cuando era una niña de nueve años, que le acompañó toda la vida y que apenas le sobrevivió unos años, entreverado de recuerdos de una vida irrepetible. La más hermosa despedida al hijo del telegrafista y su esposa.