Dejemos atrás el dudoso paladar del mundo industrializado y busquemos en los ingredientes que nos da la naturaleza una manera de volver a alimentarnos sin añadir colorantes ni conservantes y manteniendo intactas las propiedades de cada producto para alcanzar dos metas: una vida más sana y un sabor más intenso, como los de antaño.
Dejemos atrás el dudoso paladar del mundo industrializado y busquemos en los ingredientes que nos da la naturaleza una manera de volver a alimentarnos sin añadir colorantes ni conservantes y manteniendo intactas las propiedades de cada producto para alcanzar dos metas: una vida más sana y un sabor más intenso, como los de antaño.