En los últimos años, el concepto de cocina ha ido cambiando. De ser un lugar solo concebido para la preparación de comidas, se ha convertido en un punto de reunión, tanto para familias como para amistades y en muchos casos en el núcleo de la vivienda. Hacer de este un sitio acogedor, donde la funcionalidad, la estética y el confort se mezclen, es todo un reto. Existen infinitas posibilidades a la hora de diseñar una cocina, estamos en un momento de plena libertad creativa, donde estilos vanguardistas o vintage, se mezclan sin problema, pueden utilizarse multitud de colores o tonos suaves y blancos según la sensación que se quiera transmitir, elegir un diseño destacado por su sencillez y su linealidad, o incluir complementos ornamentales y de pequeño almacenaje que siempre dan personalidad.
En los últimos años, el concepto de cocina ha ido cambiando. De ser un lugar solo concebido para la preparación de comidas, se ha convertido en un punto de reunión, tanto para familias como para amistades y en muchos casos en el núcleo de la vivienda. Hacer de este un sitio acogedor, donde la funcionalidad, la estética y el confort se mezclen, es todo un reto. Existen infinitas posibilidades a la hora de diseñar una cocina, estamos en un momento de plena libertad creativa, donde estilos vanguardistas o vintage, se mezclan sin problema, pueden utilizarse multitud de colores o tonos suaves y blancos según la sensación que se quiera transmitir, elegir un diseño destacado por su sencillez y su linealidad, o incluir complementos ornamentales y de pequeño almacenaje que siempre dan personalidad.