Sam se sumergirá en el mundo del romance, para luego emerger con una sola certeza: la perfección siempre se adapta a los ojos del que observa.
Samantha jamás hubiera imaginado que la persona objeto de su devoción le hiciera una revelación para la que no estaba preparada. Es entonces cuando su tranquila y poco emocionante vida da un vuelco.
Sam le confía su desdicha a su mejor amigo y vecino, Jace, el cual, al intentar que ella afronte la tristeza, la persuade para ahogarsus penas en alcohol. De este acontecimiento resulta una carta al Papa y una lista de lo que Sam cree desear de su hombre perfecto. Sin proponérselo, Jace envía la lista a sus contactos y esta tiene una enorme repercusión.
Sam y Jace se ven obligados a responder a todos los que se autoproclaman «el hombre perfecto», mientras ellos dos van descubriendo las distintas caras de su amistad.
Sam se sumergirá en el mundo del romance, para luego emerger con una sola certeza: la perfección siempre se adapta a los ojos del que observa.
Samantha jamás hubiera imaginado que la persona objeto de su devoción le hiciera una revelación para la que no estaba preparada. Es entonces cuando su tranquila y poco emocionante vida da un vuelco.
Sam le confía su desdicha a su mejor amigo y vecino, Jace, el cual, al intentar que ella afronte la tristeza, la persuade para ahogarsus penas en alcohol. De este acontecimiento resulta una carta al Papa y una lista de lo que Sam cree desear de su hombre perfecto. Sin proponérselo, Jace envía la lista a sus contactos y esta tiene una enorme repercusión.
Sam y Jace se ven obligados a responder a todos los que se autoproclaman «el hombre perfecto», mientras ellos dos van descubriendo las distintas caras de su amistad.