OSCAR HAHN nació en Chile en 1938. Durante 30 años fue profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Iowa. Entre los importantes galardones que ha recibido se cuentan el Premio Casa de América de Poesía, el Premio Iberoamericano Pablo Neruda, el Premio Nacional de Literatura, y en 2014 el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe. Actualmente es Profesor Emérito de la Universidad de Iowa y reside en Santiago.Los espejos comunicantes se enfrenta a algunos de los temas más candentes del mundo contemporáneo. Afines a la literatura fantástica, los poemas fustigan a los depredadores que abusan de la sociedad de consumo; nos alertan sobre el peligro de la energía nuclear; enjuician las masacres de estudiantes; o escenifican problemas ecológicos de forma alucinatoria. Incorpora también temas clásicos como el amor, la muerte y el tiempo, los que son vistos desde una óptica muy personal y novedosa. Todo esto culmina en el poema que cierra el libro, en el que se presenta una visión del Apocalipsis de una manera tan original como perturbadora. Se trata de una obra admirable, en la que Óscar Hahn hace gala de un lenguaje de impecable factura y de gran intensidad. Los espejos comunicantes ratifica lo que dijo Jorge Edwards sobre el autor de estos textos: Óscar Hahn es uno de los muy pocos poetas vivos de nuestra lengua que tiene un verdadero pensamiento poético.
OSCAR HAHN nació en Chile en 1938. Durante 30 años fue profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Iowa. Entre los importantes galardones que ha recibido se cuentan el Premio Casa de América de Poesía, el Premio Iberoamericano Pablo Neruda, el Premio Nacional de Literatura, y en 2014 el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe. Actualmente es Profesor Emérito de la Universidad de Iowa y reside en Santiago.Los espejos comunicantes se enfrenta a algunos de los temas más candentes del mundo contemporáneo. Afines a la literatura fantástica, los poemas fustigan a los depredadores que abusan de la sociedad de consumo; nos alertan sobre el peligro de la energía nuclear; enjuician las masacres de estudiantes; o escenifican problemas ecológicos de forma alucinatoria. Incorpora también temas clásicos como el amor, la muerte y el tiempo, los que son vistos desde una óptica muy personal y novedosa. Todo esto culmina en el poema que cierra el libro, en el que se presenta una visión del Apocalipsis de una manera tan original como perturbadora. Se trata de una obra admirable, en la que Óscar Hahn hace gala de un lenguaje de impecable factura y de gran intensidad. Los espejos comunicantes ratifica lo que dijo Jorge Edwards sobre el autor de estos textos: Óscar Hahn es uno de los muy pocos poetas vivos de nuestra lengua que tiene un verdadero pensamiento poético.