"Antes de abrir estas páginas, poco conocía sobre la vida de Régine Leveque. Está bien, miento. No conocía nada. Después de leerlas, me asaltó la duda: ¿lo que narraban ocurrió realmente, o fueron febriles invenciones producidas por la aburrida rutina diaria? Decidí dejarme llevar y me incliné por lo primero. Les recomiendo que hagan ustedes lo mismo. Déjense llevar por la absurda cotidianidad de sus páginas y al terminarlo, déjenlo sobre una mesa, al alcance de alguien. Tal vez logren inspirarle ideas que les hagan pasar a la posteridad en las páginas de algún libro que cuenta lo que hacían en su vida privada. Yo ya di el primer paso para ello: contraté un ama de llaves para que me espíe sin querer."