La llegada de Marta Minujín a Nueva York en 1965 tras ganar el Premio Di Tella marca el comienzo de una historia de amor y conflictos con la ciudad y su incursión en el pop y el arte psicodélico. Este libro reúne sus experiencias de esa década, y narra en detalle los obstáculos materiales y personales que debió afrontar, como el dinero siempre escaso, el desconocimiento del idioma, la dificultad de no pertenecer a un mundo de artistas locales mimados que daban cócteles en sus inmensos atelieres, la depresión, y el modo en que logró transmutarlos en arte-arte-arte. Su relación con los protagonistas de la época, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Carolee Schneemann, Pierre Restany, Allan Kaprow y Wolf Vostell; las galerías en las que expuso -Bianchini, Stefanotty, Howard Wise- o los bares y discotecas que frecuentó -Elaine's, Max's Kansas City- acompañan su creciente reconocimiento en instituciones como la Americas Society y el MoMA. En paralelo, se describen desde su gestación las ambientaciones, los happenings, las performances y las intervenciones lúdicas en los medios de comunicación que realizó, un frenesí del que surgirán obras tan emblemáticas como Simultaneidad en simultaneidad, Minuphone, Minucode, Interpenning, Kidnappening, Frozen Erotism, The Soft Gallery, entre otras, que a la vez irán esbozando el perfil excepcional y único de la gran artista contemporánea, desde siempre y eternamente, sinónimo de vanguardia.
La llegada de Marta Minujín a Nueva York en 1965 tras ganar el Premio Di Tella marca el comienzo de una historia de amor y conflictos con la ciudad y su incursión en el pop y el arte psicodélico. Este libro reúne sus experiencias de esa década, y narra en detalle los obstáculos materiales y personales que debió afrontar, como el dinero siempre escaso, el desconocimiento del idioma, la dificultad de no pertenecer a un mundo de artistas locales mimados que daban cócteles en sus inmensos atelieres, la depresión, y el modo en que logró transmutarlos en arte-arte-arte. Su relación con los protagonistas de la época, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Carolee Schneemann, Pierre Restany, Allan Kaprow y Wolf Vostell; las galerías en las que expuso -Bianchini, Stefanotty, Howard Wise- o los bares y discotecas que frecuentó -Elaine's, Max's Kansas City- acompañan su creciente reconocimiento en instituciones como la Americas Society y el MoMA. En paralelo, se describen desde su gestación las ambientaciones, los happenings, las performances y las intervenciones lúdicas en los medios de comunicación que realizó, un frenesí del que surgirán obras tan emblemáticas como Simultaneidad en simultaneidad, Minuphone, Minucode, Interpenning, Kidnappening, Frozen Erotism, The Soft Gallery, entre otras, que a la vez irán esbozando el perfil excepcional y único de la gran artista contemporánea, desde siempre y eternamente, sinónimo de vanguardia.