Un justiciero que es la pesadilla de los taxistas avivatos; un español desempleado que, sin proponérselo, termina haciéndose pasar por un gurú de la autoayuda; unos atemorizados residentes de un pequeño edificio que sospechan lo peor de sus vecinos; un escritor que para sacudirse sus fracasos intenta ser otro, y roza el crimen, son algunos de los personajes de estos cuentos divertidos e inteligentes, lúcidos y provocadores, con los que Luis Noriega refresca la literatura colombiana contemporánea.
«Por darle preeminencia a la novela, no sólo hemos olvidado la importancia del cuento como piedra angular de la literatura. También hemos pasado por alto el magnífico trabajo que Luis Noriega y otros autores están realizando en ese campo». Mario Jursich Durán.
Un justiciero que es la pesadilla de los taxistas avivatos; un español desempleado que, sin proponérselo, termina haciéndose pasar por un gurú de la autoayuda; unos atemorizados residentes de un pequeño edificio que sospechan lo peor de sus vecinos; un escritor que para sacudirse sus fracasos intenta ser otro, y roza el crimen, son algunos de los personajes de estos cuentos divertidos e inteligentes, lúcidos y provocadores, con los que Luis Noriega refresca la literatura colombiana contemporánea.
«Por darle preeminencia a la novela, no sólo hemos olvidado la importancia del cuento como piedra angular de la literatura. También hemos pasado por alto el magnífico trabajo que Luis Noriega y otros autores están realizando en ese campo». Mario Jursich Durán.