La vida no es un sueño, es un viaje: un . Y para viajar hay que estar despierto, ¿noDespierte, pues, si quiere leer a Fernando González. Usted preguntará ¿a dónde lo llevará este viajeYo digo: el hombre tiene sino sus dos pies, su corazón y un camino que no conduce a ninguna parte. Pero ante este libro la respuesta es muy simple: este viaje lo conduce a usted mismo.El maestro enseñaba que los conceptos son el estiércol del alma. Eso es lo que no haré en estas páginas: estercolar conceptos sobre . Si acepté escribirla, no es para ostentar mértios de una amistad cancelada por la muerte. Por lo demás, es un esfuerzo que excede su posibilidad. Pero hay una manera de ser digno: siendo fiel.Viaje a pie. Y para viajar hay que estar despierto, ¿noDespierte, pues, si quiere leer a Fernando González. Usted preguntará ¿a dónde lo llevará este viajeYo digo: el hombre tiene sino sus dos pies, su corazón y un camino que no conduce a ninguna parte. Pero ante este libro la respuesta es muy simple: este viaje lo conduce a usted mismo.El maestro enseñaba que los conceptos son el estiércol del alma. Eso es lo que no haré en estas páginas: estercolar conceptos sobre . Si acepté escribirla, no es para ostentar mértios de una amistad cancelada por la muerte. Por lo demás, es un esfuerzo que excede su posibilidad. Pero hay una manera de ser digno: siendo fiel.Despierte, pues, si quiere leer a Fernando González. Usted preguntará ¿a dónde lo llevará este viajeYo digo: el hombre tiene sino sus dos pies, su corazón y un camino que no conduce a ninguna parte. Pero ante este libro la respuesta es muy simple: este viaje lo conduce a usted mismo.El maestro enseñaba que los conceptos son el estiércol del alma. Eso es lo que no haré en estas páginas: estercolar conceptos sobre . Si acepté escribirla, no es para ostentar mértios de una amistad cancelada por la muerte. Por lo demás, es un esfuerzo que excede su posibilidad. Pero hay una manera de ser digno: siendo fiel.Yo digo: el hombre tiene sino sus dos pies, su corazón y un camino que no conduce a ninguna parte. Pero ante este libro la respuesta es muy simple: este viaje lo conduce a usted mismo.El maestro enseñaba que los conceptos son el estiércol del alma. Eso es lo que no haré en estas páginas: estercolar conceptos sobre . Si acepté escribirla, no es para ostentar mértios de una amistad cancelada por la muerte. Por lo demás, es un esfuerzo que excede su posibilidad. Pero hay una manera de ser digno: siendo fiel.El maestro enseñaba que los conceptos son el estiércol del alma. Eso es lo que no haré en estas páginas: estercolar conceptos sobre . Si acepté escribirla, no es para ostentar mértios de una amistad cancelada por la muerte. Por lo demás, es un esfuerzo que excede su posibilidad. Pero hay una manera de ser digno: siendo fiel.Viaje a pie. Si acepté escribirla, no es para ostentar mértios de una amistad cancelada por la muerte. Por lo demás, es un esfuerzo que excede su posibilidad. Pero hay una manera de ser digno: siendo fiel.
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