A lo largo de la historia la Tierra y la Luna han sido bombardeados por asteroides, los impactos dejaron dramáticas evidencias en forma de cráteres.
Cada día más de 100 toneladas de meteoros bombardean la Tierra. Aunque la gran mayoría de estos objetos se desintegran antes de llegar a la superficie del planeta, los objetos mayores a 100 metros pueden sobrevivir al descenso, golpear el suelo, y causar destrucción dentro y alrededor del lugar del impacto. Los objetos más pequeños que entran en la atmósfera de la Tierra se desintegran antes de llegar a la superficie, aun así pueden causar daños importantes.
El 15 de febrero de 2013 un meteoro de 18 metros explotó a 14,5 millas sobre la ciudad de Chelyabinsk, Rusia, con la fuerza de 30 bombas atómicas, rompió ventanas, destruyó edificios e hirió a más de mil personas regando fragmentos a lo largo de su trayectoria. Investigaciones recientes sugieren que los eventos del tipo de Chelyabinsk ocurren cada 30 a 40 años con una mayor probabilidad de impacto en el océano que en áreas pobladas.
La probabilidad de que un meteoro de 1 kilómetro o más golpeé la Tierra es extremadamente remota, si sucediera las consecuencias de tal impacto serían graves. El 31 de mayo de 2013, un asteroide masivo de 2,7 kilómetros de diámetro pasó a 5,8 millones de kilómetros de la Tierra, aproximadamente 15 veces la distancia de la Tierra a la Luna. Si un objeto de este tamaño hubiera golpeado la Tierra, los escombros resultantes probablemente habrían contaminado la atmósfera terrestre, causando una obstrucción parcial de la luz solar, lluvia ácida y tormentas de fuego.
Sospechan los científicos que un meteorito de 10 kilómetros de ancho golpeó la península de Yucatán en México hace unos 66 millones de años, quizás contribuyó a la extinción de los dinosaurios.
Este libro de fácil lectura esta escrito para todo público. El autor lo recomienda para estudiantes del secundario por la simplicidad del lenguaje y también para estudiantes universitarios debido a la información actualizada que contiene respecto a los adelantos espaciales. Es ideal como complemento para los cursos de ciencia.
A lo largo de la historia la Tierra y la Luna han sido bombardeados por asteroides, los impactos dejaron dramáticas evidencias en forma de cráteres.
Cada día más de 100 toneladas de meteoros bombardean la Tierra. Aunque la gran mayoría de estos objetos se desintegran antes de llegar a la superficie del planeta, los objetos mayores a 100 metros pueden sobrevivir al descenso, golpear el suelo, y causar destrucción dentro y alrededor del lugar del impacto. Los objetos más pequeños que entran en la atmósfera de la Tierra se desintegran antes de llegar a la superficie, aun así pueden causar daños importantes.
El 15 de febrero de 2013 un meteoro de 18 metros explotó a 14,5 millas sobre la ciudad de Chelyabinsk, Rusia, con la fuerza de 30 bombas atómicas, rompió ventanas, destruyó edificios e hirió a más de mil personas regando fragmentos a lo largo de su trayectoria. Investigaciones recientes sugieren que los eventos del tipo de Chelyabinsk ocurren cada 30 a 40 años con una mayor probabilidad de impacto en el océano que en áreas pobladas.
La probabilidad de que un meteoro de 1 kilómetro o más golpeé la Tierra es extremadamente remota, si sucediera las consecuencias de tal impacto serían graves. El 31 de mayo de 2013, un asteroide masivo de 2,7 kilómetros de diámetro pasó a 5,8 millones de kilómetros de la Tierra, aproximadamente 15 veces la distancia de la Tierra a la Luna. Si un objeto de este tamaño hubiera golpeado la Tierra, los escombros resultantes probablemente habrían contaminado la atmósfera terrestre, causando una obstrucción parcial de la luz solar, lluvia ácida y tormentas de fuego.
Sospechan los científicos que un meteorito de 10 kilómetros de ancho golpeó la península de Yucatán en México hace unos 66 millones de años, quizás contribuyó a la extinción de los dinosaurios.
Este libro de fácil lectura esta escrito para todo público. El autor lo recomienda para estudiantes del secundario por la simplicidad del lenguaje y también para estudiantes universitarios debido a la información actualizada que contiene respecto a los adelantos espaciales. Es ideal como complemento para los cursos de ciencia.