Unmanifiesto filosóficocontra todo loque supuestamentenos hace más productivos y modernos. Un ensayo audazen defensa del silencio, la lentitud, la soledad, la introversión y la naturaleza.
Esto no es un libro de autoayuda, sino un manual de resistencia frente a la extrema productividad y el estrés del día a día. En esteensayo, que es, a su vez, todo un manifiesto filosófico y político, la paz y el descanso se sobreponen a los ruidos del mundo moderno.
En ¡Silencio!, Pedro Bravo hace un recorrido crítico por toda la inquietud que nuestra forma de vida trae incorporada de serie. Desde la definición física de sonido, silencio y ruido a las desasosegantes formas de captar nuestra atención que diseñan las empresastecnológicas, pasando por la imposición del exhibicionismo y la extroversión como maneras de satisfacer un ego hipertrofiado. Respaldado por innumerables datos y autores, Bravo elabora una brillante defensa de que parar, callar y escuchar es la vía para empezar a hacer las cosas de otro modo.
La nueva colección Endebate es el hogar de aquellos textos breves que presentan una opinión, defienden una actitud o cuentan una historia, pero son más un aperitivo que un banquete, estimulan la conversación más que saciarla e inician un festín (que no clausuran). Como los mejores bocados, entran por los ojos y dejan un largo poso en el paladar.
«Una sosegada reflexión contra el ruido que invita hablar menos y escuchar más». Aitor Marín, El País
«Un manual de resistencia contra el estruendo». 20 minutos
«Pedro Bravo nos enfrenta a nosotros mismos, o, más bien, al reflejo deformado de nosotros mismos en un espejo que solo nos muestra lo cansados, lo ansiosos, lo inquietos o lo deprimidos que estamos tras la máscara de rapidez, simpatía y productividad que nos autoimponemos». Alberto Sepúlveda, Cultura Fnac
Sobre otros libros de Pedro Bravo:
«Exceso de equipaje, de Pedro Bravo, es muy recomendable porque ofrece un panorama amplio y detallado».
Jorge Dioni López, autor de El malestar de las ciudades.
«Cabo Norte, un libro luminosamente melancólico, nos demuestra que escribir es volver a viajar».
Bernardo Gutiérrez, Librújula.