La contemporaneidad está marcada por signos y símbolos desterritorializados, desde las celebridades de Hollywood hasta las imágenes de los paraísos turísticos (playas, desiertos, montañas). Sin embargo, en el caso del lujo, contamos con una peculiaridad: es simultáneamente global y ultrarrestringido. Dos movimientos lo constituyen: expansión y escasez. Sus objetos son globales, se encuentran en "todo" el planeta, pero son selectos, inaccesibles para la mayoría de las personas. El universo del lujo se realiza en un lugar aparte, al que denominaremos "el mundo de los ricos". Sin esa dimensión material, este no existiría. La tensión entre expansión y restricción es el punto de partida de este libro, el hilo conductor de los argumentos.
La contemporaneidad está marcada por signos y símbolos desterritorializados, desde las celebridades de Hollywood hasta las imágenes de los paraísos turísticos (playas, desiertos, montañas). Sin embargo, en el caso del lujo, contamos con una peculiaridad: es simultáneamente global y ultrarrestringido. Dos movimientos lo constituyen: expansión y escasez. Sus objetos son globales, se encuentran en "todo" el planeta, pero son selectos, inaccesibles para la mayoría de las personas. El universo del lujo se realiza en un lugar aparte, al que denominaremos "el mundo de los ricos". Sin esa dimensión material, este no existiría. La tensión entre expansión y restricción es el punto de partida de este libro, el hilo conductor de los argumentos.