La generación actual de jóvenes nació en un tiempo de posibilísimos extremos, producto de inmensas derrotas y de una gran victoria, la del capital. Una época sostenida en modelos neoliberales, donde se declaró el fin de la historia y de sus luchas; donde se habló del "declive" de la política y se lo asumió como un proceso natural e inevitable que sólo podía ser nombrado sin más como un corrimiento hacia el mercado. La ciencia social no estuvo al margen de esto. En sus peores versiones se dedicó a legitimarlo. En los desarrollos críticos, a narrarlo, describiendo la devastación como perspectiva central de construcción de conocimiento. Dar cuenta de esa descomposición ha sido la gran agenda de las últimas décadas. En ese contexto, este libro da cuenta de que no ha habido un final de la política (al menos, no en los términos en que dicho final fue enunciado). Los textos aquí presentados hablan, pues, de la relación de los jóvenes con la política.
La generación actual de jóvenes nació en un tiempo de posibilísimos extremos, producto de inmensas derrotas y de una gran victoria, la del capital. Una época sostenida en modelos neoliberales, donde se declaró el fin de la historia y de sus luchas; donde se habló del "declive" de la política y se lo asumió como un proceso natural e inevitable que sólo podía ser nombrado sin más como un corrimiento hacia el mercado. La ciencia social no estuvo al margen de esto. En sus peores versiones se dedicó a legitimarlo. En los desarrollos críticos, a narrarlo, describiendo la devastación como perspectiva central de construcción de conocimiento. Dar cuenta de esa descomposición ha sido la gran agenda de las últimas décadas. En ese contexto, este libro da cuenta de que no ha habido un final de la política (al menos, no en los términos en que dicho final fue enunciado). Los textos aquí presentados hablan, pues, de la relación de los jóvenes con la política.